EXTENSIÓN DE LA LEGIÓN DE MARÍA
Es colaborar en
extender del Reino de Dios
La Extensión y el reclutamiento con frecuencia deben ser puestos en conocimiento
de los socios para que cada uno se haga más consciente de sus deberes
legionarios. Se recluta porque estamos convencidos de que la Legión es una
fuente de abundantes gracias, no sólo para el mismo legionario, sino para todos
aquellos por quienes trabajamos. El reclutamiento es simplemente un
ofrecimiento, una invitación para recibir una fuente inagotable de gracias y un
instrumento para tener una vida cristiana más plena.
EXTENSIÓN Y RECLUTAMIENTO (Manual, Cap.
31):
“El deber y la
obligación de difundir la Legión no incumbe exclusivamente ni a los consejos
superiores ni a los oficiales de la curia: pesa sobre cada socio particular de
la misma; más aún: pesa sobre todos los legionarios”. Establece en Manual en su Cap. 6, Punto 4 (Esfuerzo intenso en el
servicio de María): “Los legionarios no son, en manera alguna, simples
instrumentos de la acción de María, son sus verdaderos colaboradores, que
trabajan con Ella para la redención y el enriquecimiento de los hombres”.
Reconozcamos algunas de las
razones para el reclutamiento dadas en varias partes del Manual. En primer lugar está el motivo de la
caridad fraterna. Amar a alguien es efectivamente darle lo mejor a esa
persona y no podemos ofrecerle nada más grande que la gracia. El Manual lo pone
de esta manera: “Todo
legionario deberá procurar nuevos miembros. Si está convencido de que la Legión
es una bendición para él, ¿puede no esforzarse para que también otros disfruten
esa bendición? Si ve el mucho bien que la Legión hace dondequiera que funciona,
¿Cómo no trabajar para extenderla?” (Manual Cap. 33, Punto 9: Reclutamiento de nuevos miembros).
Segunda razón, y la más bella para el
reclutamiento se refiere a Nuestra Señora. El reclutamiento puede ser un
verdadero indicador de lo que realmente pensamos acerca de María y el lugar que
ella tiene en el plan de Dios para nosotros y para todos los que estamos
llamados a cumplir y servir (Pbro. Bede
Mc. Gregor, Director Espiritual
del Concilium)
Tercera, “la gran función de la Legión de María es
desarrollar el sentido de una vocación laical” (Mons. Alfred O'Rahilly). La Legión inculca un sentido profundo y
auténtico de la vocación laical especialmente a nivel parroquial y diocesano.
Esta es una razón de peso para el reclutamiento legionario y es un apostolado
bien urgente e indispensable hoy. Se da al laico un verdadero sentido y
experiencia de su dignidad y su papel en el plan de Dios y en la misión de la
Iglesia.
Así pues, cada
legionario junto a su praesidium debería tener como proyecto el fundar otro
praesidium en la misma localidad o en un sector cercano, “se objetará tal vez
que es suficiente el número actual de legionarios para atender las necesidades
presentes. Contra lo cual decimos que, siendo el fin primordial de la Legión la
santificación de sus miembros y de la sociedad entera mediante su influencia,
el aumentar el número de socios ha de ser también un fin primordial”, sin poner
limitaciones a la cantidad. “La Legión nunca debe pensar en restricciones
numéricas; de lo contrario, podrían quedar excluidos legionarios de más valor
que los que estén en activo” (Manual Cap. 31).
"PODAR" PRAESIDIA PARA FUNDAR OTRO
“Al fundar un
praesidium nuevo donde ya existan otros, procúrese que los oficiales y un buen
núcleo de socios de aquél sean legionarios trasladados de éstos. Sacrificar con
este fin lo mejor que tienen, debería ser para los praesidia su mayor honor. Ni
hay tampoco método más saludable que éste para podar los praesidia. Aquel que
tan generosamente se despoje, no tardará en echar nuevos y pujantes brotes, y
con el tiempo se verá cargado más que nunca de los sabrosísimos frutos del
apostolado” (Manual Cap. 31).
Ahora bien, “es cosa
muy corriente en los praesidia querer justificar el reducido número de socios,
diciendo que no hay personas capacitadas disponibles. Pensándolo bien, se ve
pronto que esto tiene más de excusa que de razón. Seguramente el origen de la
culpa está en el mismo praesidium, por una de estas dos causas: o porque no se
tiene verdadero empeño en reclutar, lo cual indica dejadez por parte de los
socios, individual y colectiva; o, porque el praesidium se equivoca imponiendo
a los candidatos pruebas excesivamente duras, que hubieran excluido a la
mayoría de los miembros antiguos y presentes” (Manual Cap. 31). “No venga, pues, el legionario con
excusas para su falta de esfuerzo y método, alegando que lo deja todo en manos
de María. Una confianza de esta clase, con la que se niega a poner la
cooperación que se le pide, viene a ser realmente una conducta cobarde y
deshonrosa” (Cap. 6, Punto 4).
(JEN)
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