CONOCER A FRANK DUFF
Y EXTENDER SU CAUSA
Conocer a Frank Duff, fundador de Legión de María,
tiene que ser una prioridad de cada legionario, sea activo o auxiliar.
El Concillium cuando se celebró el 90º aniversario de
la Legión, animaba a todos los legionarios a profundizar en “El carisma de
Frank Duff y la Legión de María”.
Frank Duff, fue un hombre sin pretensiones personales,
reservado y que de una forma sencilla estableció un movimiento que se ha
extendido y enriquecido a la Iglesia en muchas partes del mundo.
El Siervo de Dios Frank Duff recibió un carisma,
obsequio de gracias extraordinarias del Espíritu Santo, para el bien de los
demás. Este don es el que usó cuando fundó y guio a la Legión de María.
El Arzobispo de Dublín en el 90º aniversario decía:
“Demos gracias a Dios por el carisma de Frank Duff, reconocido en el Concilio
Vaticano II, y que tanto ha enriquecido espiritualmente a la Iglesia a través
del apostolado legionario. Su tenacidad en comunicar el mensaje de Jesús a la
gente en las diferentes circunstancias de su vida, era impulsada por su gran
devoción a la Virgen María”.
Hay libros sobre su obra y su vida que debemos leer y
conocer, pero su carisma, donde mejor se encuentra es en el Manual. El
Concilium animo a leerlo 5 minutos diarios y debemos seguir haciéndolo para
continuar profundizando en la espiritualidad de nuestro movimiento.
Insiste el Concilium en promocionar la causa del
Siervo de Dios Frank Duff con entusiasmo, ofreciendo la oración por su
beatificación a todas las personas con quien nos encontremos. Recemos para que
nuestro fundador, interceda y consigamos nuevos socios activos y auxiliares que
se unan a la Virgen María y colaboren en el trabajo evangelizador de la
Iglesia.
También agradece las aportaciones económicas para los
gastos de la causa. En el “Camino al centenario”, recurramos a su intercesión
para obtener favores y pedirlo pertenece de manera especial a la acción
individual de cada legionario. Valoremos esta gracia y actuemos alegres y
agradecidos impulsando su causa, rogando al Señor que si es su voluntad, la
Iglesia le declare “santo”.
Roguemos a María, nuestra Madre, que nos ayude a todos
en nuestro empeño por la Causa.
FRANK DUFF, EL FUNDADOR
Nació en Irlanda en el año 1890. Fundó la Legión de
María en 1921. En 1933, formaba parte del Ministerio de Economía como
"asistente", pero presentó la dimisión en dicho año para consagrarse
a la Legión.
Su actividad apostólica la desarrollaba como
Vicentino, recorriendo los barrios pobres y visitando a gente enferma y
desamparada, comprendió, según sus afirmaciones, que no era suficiente la ayuda
material. La providencia de Dios puso en sus manos la posibilidad de fundar la
Legión de María, asociación cuyo apostolado se dirige especialmente a paliar
las necesidades espirituales.
Todos los papas, desde Pío XI hasta el actual, lo
han apoyado y recibido en audiencias especialmente privadas, recomendando y
elogiando su labor. Fue auditor laico en el Concilio Vaticano II, del cual
participó en las deliberaciones para el documento del Apostolado de los Laicos.
Poseía un carácter fuerte pero suave y humilde a la
vez. Su vida de piedad era intensísima; participaba de la Santa Misa al menos
dos veces al día; además del Santo Rosario, rezaba el Oficio Divino; no
obstante, y aún hasta el último momento, asistía a las reuniones de la Legión,
hacía su trabajo de apostolado visitando las cárceles o a enfermos. Su gran
preocupación de los últimos tiempos era la conversión de Rusia.
Era capaz de escribir cartas a una adolescente que
le pedía consejo, como de desarrollar en libros y artículos los temas más
diversos, como la Doctrina del Cuerpo Místico, María en las Sagradas Escrituras,
sobre el Nuevo Testamento, Navidad o los Magos, o sobre la mente humana.
Artículos defendiendo la fe católica o el papado. Ensayos sobre el apostolado
laico como "María triunfará".
En 1956, con motivo de recibir el premio de la
Universidad Marianista de Dayton, agradeció con estas sencillas pero elocuentes
palabras: "No podías haber dicho nada que llenara más de gozo mi corazón
que el decirme que he servido a Nuestra Señora".
Sobre su personalidad se escribió en el London
Catholic Herald lo siguiente: "La Santísima Virgen se valió de Frank Duff,
para que se vuelvan cada vez más claros e inteligibles los ideales sobre la
doctrina del Cuerpo Místico. Frank Duff amaba la vida, la luz, el brillar del
sol, había mucha alegría en el alma de este apóstol de María y la irradiaba a
toda su Legión. Vivió una verdadera y total entrega a Jesús por medio de María
y trató de impregnar de ese espíritu a la Legión de María".
LA LLAMADA A LA SANTIDA
DE FRANK DUFF
En
su reciente carta apostólica Novo Millennio Ineunte (al comienzo del
Nuevo Milenio) el Papa Juan Pablo escribe "los hombres y mujeres de
nuestro tiempo -con frecuencia quizás inconscientemente- piden a los creyentes
que no solamente hablen de Cristo, si no que en cierto sentido se les muestre.
Y nos recuerda, que ésta es la tarea de la Iglesia, hacer que el rostro de
Cristo resplandezca ante las generaciones de este nuevo milenio.
Si
nos preguntamos" ¿qué debemos hacer, cuál debe ser nuestro programa para
el nuevo milenio? el Papa Juan Pablo insiste que no es cuestión de inventar un
nuevo programa. "El programa ya existe", nos ha dicho. Últimamente,
Cristo mismo debe ser "conocido, amado e imitado, para que en Él, nosotros
podamos vivir la vida de la Trinidad, y con Cristo transformar la historia
hasta su culminación en la Jerusalem celestial". (Cf. 29).
El
Papa dice que "toda iniciativa pastoral, debe estar basada en relación con
la santidad" y que es necesario redescubrir todo el significado práctico
del Capítulo 5 del Vaticano II "La Constitución Dogmática sobre la Iglesia
Lumen Gentium" dedicada a la "llamada universal a la
santidad".
La
frase "llamada universal a la santidad", no se encuentra en
los escritos de Frank Duff. Sin embargo, no cabe duda, que la
"santidad" es fundamental en su esquema para la Legión.
En
el Manual, leemos: "El objeto principal de la Legión, es la gloria de
Dios a través de la santidad de sus miembros" (Cap. 2) y "la
santificación personal no es sólo el fin que pretende alcanzar la Legión, sino
también su principal medio de acción" (Cap. 11). Por tanto, en el
Manual, encontramos la aplicación del texto sobre la "llamada universal
a la santidad" del Vaticano II.
No
cabe duda de que Frank Duff trajo sus dotes de brillante organizador a la
Legión de María. Los padres de Frank fueron servidores civiles, y esto, quizás,
fue algo que él adquirió a través de su propia experiencia en el Servicio
Civil. Frank Duff inventó un sistema de cálculos para el Departamento de
Finanzas en sus días. Sin embargo, no es un sistema de cálculos lo que Frank
ideó para la Legión de María. Más bien, él estableció una estructura, para que
los legionarios crezcan en santidad en la Legión hasta el máximo.
No
obstante, el ordenado sistema de la Legión, no es un fin en sí mismo. Nuestra
mira debe ser traer personas para que conozcan y amen a Dios.
Desde
el inicio de la Legión, e incluso antes, vemos que Frank Duff estaba preocupado
por atraer personas, prostitutas y pecadores, a Dios. Toda su actividad, la
hace con gran amor y ternura hacia aquellos que él busca para liberarles. Lo
vemos especialmente en sus contactos con los habitantes del notable distrito
"luz-roja", en la Plaza Bentley.
(Por Padre Liam Ó Cuiv. Del
Boletín informativo del Senatus de Bilbao de Noviembre 2004).
LA PROMOCIÓN DE LA CAUSA
DE FRANK DUFF
Como
oficiales y miembros de la Legión debemos preguntarnos ¿estamos convencidos de
que Frank Duff fue alguien especial a los ojos de Dios? Todos nosotros estamos
acuerdo en que lo es, y si es así, ¿por qué estamos reservándonos lo que
conocemos acerca de él?
Comenzando
en Irlanda estamos enviando un pequeño paquete a cada consejo buscando la
cooperación de todos los legionarios – para dar a conocer más acerca de nuestro
fundador y el contenido de sus escritos, en decir a nuestra familia, amigos y
conocidos sobre Frank Duff; al comenzar grupos de oración y al organizar una
Misa anual en cada Diócesis no solo para los legionarios, sino para todo el
público en general.
De
estas pequeñas acciones, es probable que se reciban favores y se le pide a
todos los que han recibido un favor que escriban al Concilium dando una
descripción de lo que sucedió. Si la causa va a progresar, en parte se debe a
la evidencia que se genere a la devoción por Frank Duff. Se requiere al menos
un milagro para que la Causa avance, si esa es la voluntad de Dios.
Todo
legionario necesita involucrarse en la promoción de la Causa. No es suficiente
dejarlo al consejo de la Legión; necesita estar regularmente en la agenda del
praesidium y en las reuniones de la Curia o del Comitium. La sugerencia es que
al menos un legionario en cada consejo se encargue de promover la Causa e
indagar regularmente para informar de lo que se está llevando a cabo.
Con tan solo 3 años para el
Centenario de la Legión, seguramente es un proyecto que vale la pena emprender.
Se puede lograr con mucho entusiasmo y la cooperación de todos.